Nuestros sueños no sólo están vinculados entre sí en cuanto “nuestros”, sino que forman también un continuo, pertenecen a un mundo unitario, lo mismo, por ejemplo, que todos los relatos de Kafka suceden en “lo mismo”.
Theodor W. Adorno.
Durante sesenta minutos se leen sesenta sueños de sesenta segundos de duración mientras en simultáneo se proyectan sesenta películas que duran sesenta segundos.
MORFEO 60 consiste en la transcripción lo más literal y menos tergiversada posible de un sueño tenido cada una de las últimas sesenta noches hasta la noche previa a la realización de la performance, es decir, hasta el 17 de diciembre. Dichas transcripciones son hechas inmediatamente después de despertar, con el “estómago vacío”, es decir, lo más pronto posible, con la finalidad de evitar su interpretación y su transformación en literatura. Como dice Walter Benjamin en Calle de sentido único: “quien está en ayunas habla del sueño como si aún hablase en sueños”.
Texto, interpretación y dirección: Emilio García Wehbi